domingo, abril 09, 2006
Más verdad, por favor....
El otro día me contaron una buena historia que quiero compartirlas con ustedes...
Hace unos meses atrás, un períodico de la farándula de USA publicaba las historias de un famoso gerente de una empresa de tecnología. Sus historias familiares, sus salidas con sus amigos y hasta sus "oscuras historias " pudieron ser conocidas por los lectores del paskin gringo.
Como era de esperar, el gerente fue sorprendido por la publicación, entre otras cosas, por que nunca se habían acercado a él a preguntarle nada. Su indignación era tal, que se querelló contra el diario, por que según él, lo habían estado siguiendo e invadiendo su privacidad. Resultado, el diario fue absuelto de todos los cargos, al demostrar que la historia había sido escrita con la información obtenida desde internet, más específicamente desde GOOGLE, la misma empresa que gerenteaba este personaje.
Esta historia me hace pensar en varias cosas relacionadas con el uso de las tecnologías de información y más específicamente en cómo las personas nos relacionamos a través de ellas. Por ejemplo, si hace unos años el problema para hacer una investigación era conseguir la información necesaria para analizarla, el paradigma actual es cómo procesar y seleccionar la multitud de fuentes de información de que disponemos.
Sin embargo, el tema que más me llama la atención es como se ven afectados los patrones culturales por la influencia e intensivo uso de las nuevas tecnologías. En cualquier lugar, hay alguien con un teléfono celular que puede informar a otra persona lo que está sucediendo. Puedo decirle a alguien, "...vente la fiesta está buena..." o "...no vengas está tu ex-polola".
Asimismo, los mensajes de texto, nos mantienen conectados aún cuando estés en una discoteque o pub donde no puedas hablar/escuchar, de modo que se pueden enviar esos mismos mensajes. Para que decir de las fotografías digitales que le agregan a la información un testimonio gráfico.
Por otro lado, cuando entramos al mundo de las comunidades virtuales (Hi5, Ringo, Orkut) nos damos cuenta que aún cuando nadie tenga un teléfono celular o una cámara, las cosas que sucedieron en algún minuto siempre hay alguien que las reporta, las comenta o simplemente las escribe como testimonio de lo que sucedió. Y eso queda en internet para que el mundo las conozca.
Por supuesto que la reflexión me lleva a preguntarme, ¿estamos preparados para la conexión total?, ¿estamos preparados para que, en tiempo real, la gente sepa exactamente dónde, con quién y qué estás haciendo?, ¿somos capaces de soportar esta exposición permanente?, ¿cuánta gente está viendo develada su doble vida o su doble discurso?, ¿qué cambios culturales se producirán?
Por supuesto que la verdad nunca duele, menos en una sociedad acostumbrada a mentir y mentirse permanentemente. Quizás nos haga falta exponer aún más esas historias desconocidas, esas aventuras ocultas, esas mentiras permanentes, esos amoríos prohibidos, esas relaciones inimaginables. Sincerémonos, hagámonos más libres, seamos más auténticos. En definitiva, seamos más felices.
Hace unos meses atrás, un períodico de la farándula de USA publicaba las historias de un famoso gerente de una empresa de tecnología. Sus historias familiares, sus salidas con sus amigos y hasta sus "oscuras historias " pudieron ser conocidas por los lectores del paskin gringo.
Como era de esperar, el gerente fue sorprendido por la publicación, entre otras cosas, por que nunca se habían acercado a él a preguntarle nada. Su indignación era tal, que se querelló contra el diario, por que según él, lo habían estado siguiendo e invadiendo su privacidad. Resultado, el diario fue absuelto de todos los cargos, al demostrar que la historia había sido escrita con la información obtenida desde internet, más específicamente desde GOOGLE, la misma empresa que gerenteaba este personaje.
Esta historia me hace pensar en varias cosas relacionadas con el uso de las tecnologías de información y más específicamente en cómo las personas nos relacionamos a través de ellas. Por ejemplo, si hace unos años el problema para hacer una investigación era conseguir la información necesaria para analizarla, el paradigma actual es cómo procesar y seleccionar la multitud de fuentes de información de que disponemos.
Sin embargo, el tema que más me llama la atención es como se ven afectados los patrones culturales por la influencia e intensivo uso de las nuevas tecnologías. En cualquier lugar, hay alguien con un teléfono celular que puede informar a otra persona lo que está sucediendo. Puedo decirle a alguien, "...vente la fiesta está buena..." o "...no vengas está tu ex-polola".
Asimismo, los mensajes de texto, nos mantienen conectados aún cuando estés en una discoteque o pub donde no puedas hablar/escuchar, de modo que se pueden enviar esos mismos mensajes. Para que decir de las fotografías digitales que le agregan a la información un testimonio gráfico.
Por otro lado, cuando entramos al mundo de las comunidades virtuales (Hi5, Ringo, Orkut) nos damos cuenta que aún cuando nadie tenga un teléfono celular o una cámara, las cosas que sucedieron en algún minuto siempre hay alguien que las reporta, las comenta o simplemente las escribe como testimonio de lo que sucedió. Y eso queda en internet para que el mundo las conozca.
Por supuesto que la reflexión me lleva a preguntarme, ¿estamos preparados para la conexión total?, ¿estamos preparados para que, en tiempo real, la gente sepa exactamente dónde, con quién y qué estás haciendo?, ¿somos capaces de soportar esta exposición permanente?, ¿cuánta gente está viendo develada su doble vida o su doble discurso?, ¿qué cambios culturales se producirán?
Por supuesto que la verdad nunca duele, menos en una sociedad acostumbrada a mentir y mentirse permanentemente. Quizás nos haga falta exponer aún más esas historias desconocidas, esas aventuras ocultas, esas mentiras permanentes, esos amoríos prohibidos, esas relaciones inimaginables. Sincerémonos, hagámonos más libres, seamos más auténticos. En definitiva, seamos más felices.
