jueves, septiembre 28, 2006
YO VOTO LULA… (si pudiera, obvio)
El próximo domingo son las elecciones presidenciales en Brasil. Según las encuestas (http://datafolha.folha.uol.com.br), 3 son los candidatos que tendrán una votación significativa en dichos comicios: Luiz Inácio da Silva, Geraldo Alckmin y Heloisa Helena. En efecto, es altamente probable que Lula sea reelecto presidente en la primera vuelta.
A juzgar por las pocas noticias aparecidas en la prensa, para los chilenos estos comicios no resultan tan llamativos como lo fue la elección que proclamó al indígena Evo Morales como Presidente de Bolivia, no obstante, el impacto en varios aspectos de nuestro quehacer nacional, principalmente el económico. Es bueno recordar que Brasil es uno de nuestros principales socios comerciales y uno de los 3 destinos turísticos preferidos por los chilenos cuando salen del país.
Pero lo que voy a escribir a continuación, no tiene que ver ni con la balanza comercial ni con el intercambio económico entre Chile y Brasil, por el contrario, dice relación con los innumerables mitos que LULA se encargó de destruir y por los cuales, si pudiera hacerlo, votaría por él.
Como la memoria es frágil, quiero recordarles que hace 4 años, cuando Lula le ganó al socialdemócrata Serra, los mercados reaccionaron con desconfianza, los analistas dudaban de las capacidades de Lula para dirigir un país tan grande como Brasil, en fin, los niveles de incertezas que generó la elección de Lula eran de tal magnitud, que después de la crisis económica mexicana (cuyas consecuencias fueron denominadas como ”efecto tequila”) comenzó a hablarse del “efecto caipirinha” por la eventual crisis que se venía con la asunción de un obrero textil como Presidente de Brasil.
Sin embargo, 4 años de Gobierno han servido de tapabocas para todos esos malos agoreros. Lula ha demostrado que para ser Presidente no es una exigencia poseer títulos universitarios, ni magísteres ni menos doctorados. Se requiere simplemente de un liderazgo efectivo. Y los resultados lo avalan: el crecimiento económico, el desempleo y la inflación están bajo control. Nadie podría decir que Lula ha sido un irresponsable con las finanzas públicas, por el contrario, incluso sometido a casos de corrupción entre sus más cercanos colaboradores, ha sido capaz de alejarlos de posiciones de poder y de dar señales de responsabilidad en su manejo del Gobierno.
Nuestra Latinoamérica ha tenido Gobiernos encabezados por dictaduras militares (Chile, Pinochet; Stroesner en Paraguay) por políticos tradicionales (Argentina, Menem; Perú, García), por destacados profesionales y académicos (Chile, Lagos; Colombia, Uribe), por personajes populistas (Venezuela, Chávez; Bolivia, Meza). Algunos han sido buenos y otros malos. Sin embargo, antes de Lula, era casi una tautología que un obrero no podía ser un buen Presidente. Luiz Inácio da Silva rompió el mito. Ahora tiene 4 años más para confirmar este liderazgo.
Fuerza Lula.
Brasil y Latinoamérica te necesitan.
