domingo, agosto 06, 2006

CUBA SIN FIDEL

De vacaciones en Brasil, es decir en un ambiente totalmente descontaminado de la pobre política nacional, lejos de las deprimentes noticias sobre la estúpida guerra del medio oriente y, por supuesto, olvidándome de la pobre campaña de la Unión Española, me enteré de la enfermedad de Fidel y de todas las teorías que se han levantado en torno a este hecho.

Gracias Fidel por darme la oportunidad de volver a ocuparme de mi abandonado blog. En efecto, no puedo evitar dejar de referirme a Cuba, al mítico personaje en que se ha convertido este barbón centroamericano y a cómo una seguidilla de presidentes de Estados Unidos ha intentado infructuosamente derrocarlo.

Antes que todo, debo decir que no tengo dobles discursos con las dictaduras: sean de derecha o de izquierda, las condeno categóricamente de igual forma. De la misma manera, no logro comprender a aquella gente que, inventando argumentos, por años ha justificado los abusos del Gobierno cubano por que según ellos provienen de una “democracia progresista y amenazada por el imperio”.

Pero vamos por parte.
Buitres al acecho: aunque aún Fidel no ha muerto, las reacciones de los cubanos que residen en Estados Unidos (Miami con celebraciones y festejos) y del Gobierno americano (que nombró un funcionario para encargarse de los temas relacionados con Cuba) me hacen recordar esas viejas películas en que los buitres aparecían cada vez que alguien moría. Estas reacciones, lejos de generar adhesión en el mundo, producen un sentimiento anti-estadounidense entre quienes condenamos las actitudes proteccionistas (imperialistas) y vengativas.

El pueblo cubano: no conozco persona que haya visitado la isla que no haya llegado asombrado de la alegría y optimismo de los cubanos. No tengo el gusto de conocer Cuba, pero sin ninguna duda, un pueblo con esas características tiene un tremendo potencial que en los próximos años pasarán a ser parte de sus activos. Cuba se merece más y mejores oportunidades para sus habitantes. Lo importante es que la forma en que ellos definan su futuro modelo de desarrollo debe ser democrática y participativa, pero sobretodo, respetada por la comunidad internacional.

La historia y Fidel: No cabe ninguna duda que las motivaciones e ideales que alimentaron la revolución cubana fueron un ejemplo a seguir por muchas personas a lo largo del mundo entero. Tampoco tengo ninguna duda que la burocracia cubana con Fidel a la cabeza, en el medio del camino, perdió la carta de navegación. La historia será quién juzgará el rol de Fidel en este partido del cual sólo se juegan los descuentos. Me atrevo a adelantar que el gobierno castrista perderá por goleada.

El escenario latinoamericano: Las constantes postergaciones y sufrimientos de los pueblos latinoamericanos han alimentando la aparición de Gobiernos populistas como los de Chávez en Venezuela y Morales en Bolivia. Tanto es así, que Lula y Bachelet aparecen como presidentes de Gobiernos moderados, aun cuando ellos se autocalifiquen de izquierda. Hace rato quedó atrás aquella época en que desde Cuba se dictaba las orientaciones estratégicas de los partidos de izquierda. En el próximo tiempo, será interesante seguir la política internacional, sobretodo en lo relativo a quién se quedará con el liderazgo regional. Apuesto, aunque no sea de mi agrado, por el carisma de Chávez.


Para terminar, no puedo dejar de transcribir las palabras de un amigo que luego de visitar la isla me dijo “…Si Fidel se hubiera sabido a retirar a tiempo probablemente sería el personaje más importante de la historia del siglo XX…”


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