lunes, diciembre 25, 2006
MENSAJE DE FIN DE AÑO
Aprovechando que esta fecha nos permite un poco de reflexión, les mando un enorme saludo de fin de año. Que las fiestas sean MUY felices y SÚPER disfrutadas junto a sus familias y amigos. Y por supuesto que el 2007 esté repleto de buenas nuevas...
En esta ocasión, mi mensaje de fin de año no será original, sino que publicaré un correo-e que recibí de Sergio Palma, un amigo que siempre me sorprende por su humanidad y calidez. Y aunque a veces hemos estado en tareas distintas, en esta ocasión su mensaje me representa en su totalidad.
Abrazos a tod@s,
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Esta fecha es propicia para acordarse de los amig@s y de quienes nos conectamos desde los afectos, es por eso que quiero compartir con ustedes un abrazo fraterno y un caluroso saludo de navidad para ustedes y familia. Hace algunos días, mientras el país celebraba la muerte del dictador en medio de un tremendo despliegue mediático...Igor Barraza, un niño de tan sólo 18 meses murió en su pequeño hogar en Iquique, aferrado a un pedazo de pan y bajo su cama. Igor murió de hambre, de soledad y producto de la indiferencia de sus vecinos y los organismos públicos responsables de evitarlo.
Su madre, una mujer enferma, drogadicta y pobre había muerto 15 días antes, desplomándose en la calle y su cuerpo fue sólo reconocido dos semanas después, debido a la indiferencia y displicencia de los funcionarios del Servicio Médico y Legal, que de haber trabajado antes...tal vez hubiese sido posible salvar la vida de Igor o alertar a su indolentes vecinos. Si en estos días podemos pensar en los otros, ya sea desde la fe o desde los principios del humanismo laico y si es cierto que el rostro de Jesús lo podemos ver en el rostro de nuestros hermanos más pequeños, en el rostro de los más humildes....sin duda alguna en esta navidad el rostro de Jesús lo podremos ver en el pequeño Igor...pues en la medida que en nuestro país sigan ocurriendo muertes y pérdidas tan vergonzantes como la de un niño en Iquique, el mensaje de quien vino a servir y no a ser servido y lo anhelos de cambio social siguen más vigentes que nunca.
Un cariñoso y fraterno abrazo.
Sergio Palma
